Está enojada, pero cuando vio esa cosa de tamaño colosal, hizo espacio en su vida para follar al amigo del hijo. Al regreso de sus vacaciones encuentra la casa hecha un desastre, pero su humor cambia al llegar a la habitación. Danny D., invitado del hijo, duerme desnudo con tremenda erección mañanera. Incrédula ante el panorama se acerca para ver esa magnífica polla de cerca. Sin permiso la agarró despertando al muchacho que no sabe que hacer ante la embestida de la madurita. Resulta que esta madre separada ha visto pollas paradas, pero ninguna de ese porte. Sin poder dejar de halagar el tamaño comenzó a chuparla con tantas ganas de no aguanta y pide en cuatro. Culo desabrigado, perno en coño, tetas a fuera y una máquina de dice guarradas.