Brittany está pasando tiempos difíciles, trabajar como sirvienta de una mocosa malcriada es una opción. A pesar de estar en bancarrota no ha perdido su buen gusto por grandes pollas. Por una de esas casualidades el novio de la patrona es dueño de una unidad de proporciones magníficas. Ha estado buscando la oportunidad de darle su merecido a esa jefa que tan mal la trata. Arrojar agua al pantalón de Keiran le sirve para confirmar el tamaño del joven. Ahora solo debe deshacerse de la jefa y entrar en la habitación para pillarlo con la polla bien dura. Así la mucama de la novia terminó solo con medias blancas pidiendo por delante y exigiendo que le plumeree el culo.