Kendra Sunderland (21 años) ha estado trabajando y fantaseando con Manuel Ferrara a quien buscará en su último día. De alguna manera se ha enamorado de este hombre para que el trabajó todo el verano. Podría tener el hombre que quisiera, sin embargo la rubia no puede dejar de pensar en él.
Los momentos de soledad son calmados con dedos profundos bajo tangas blancas a las que húmedas deja. Será su último día de trabajo y no lo verá mas, por eso hará el intento de llamarlo para pedirle una reunión. Objetivo logrado, elije vestido rojo bien escotado y con labios pintados al tono fue a su casa.
Poco tardó el hombre en darse cuenta cuales eran las intenciones, ella fue clara y directa. Imposible rechazar esas preciosas tetas a las que saca de inmediato, mano entre la tanga y la piel le saca retenidos suspiros. Una cojida despedida que nunca olvidará, tampoco él ese pedido guarro en el que le ordena Acaba en mi cara!.