El paciente tiene algunos problemas con la chicha, no eleva lo suficiente requiriendo que sea revisado por algún experto. Pero resulta que no le toca uno, sino dos, encima candentes maduras dispuestas a dar todo por la medicina. Mientras el enfermo trabaja con una vagina de látex las mujeres comienzan a tocarse entre ellas. En poco esas faldas ajustadas han provocado furiosa erección. Si bien ya han curado a Jessy deciden que deben constatar la duración, fuerza y empuje de este tratamiento.