Ha llegado la empresaria estresada, una sexy mujer que nunca se hizo masajes, por suerte está en el lugar indicado, va a disfrutar como loca y por detrás. Romi Rain, adicta al trabajo, siente las consecuencias, el cuerpo necesita relajarse. Poco sabe que hacer, por suerte está Xander, quien le pide que se quite la ropa. Sentada espera, pero todavía hay que despojarla de todo. Señora, los masajes siempre son sin ropa, puede quitarse el sujetador y la tanga le dice el masajista. Confiada lo hace y recostada de culo en pompa empieza a sentir el aceite. Será cuando llegue a los muslos que el cuerpo se afloja, pero no por los masajes. La clienta se ha excitado con dedos enterrados en su ano. Descontrolado placer experimenta, solo quiere que aterrice verga en el paladar. Ya está dura, el lubricante consigue que entre sin problemas y el anal comience.