Viene San Valentín, está caliente sin novio, no tiene con quien festejar, hasta que llega el pibe listo para darle cuanto amor quiera. Maddie Winters estaba triste hasta que llegan flores y bombones, corrió a vestirse linda para el encuentro, lo que no sabe es que por orden del padrastro ha sido su hermanastro quien las envió para alegrarle la vida. Claro que el muchacho usó esto para su beneficio y de alguna manera consiguió que la hermosa joven caiga de rodillas en su palo. Lo chupó con pasión, necesitaba sexo, ahora está entregada, en cuatro patas siente como esa cosa abre la conchita, subirá a lo vaquera, no para, la cama hace ruido, está tan feliz que quiere el semen en la boca. Como ven, las buenas acciones tienen recompensas inesperadas, pero para la próxima un poco de aceite a la cama no vendría mal.