La sala de emergencias entra en delirio cuando ingresa una mujer desnuda con el coño colapsando por la necesidad de tremendo polvo, sin embargo no darán con el diagnóstico tras realizar unas cuantas pruebas. Brandy ha sido atada debido a las convulsiones, está sobre la camilla mientras la enfermera y el benemérito doctor de zorras Bill Baley analizan los síntomas. luego de varias pruebas llegan a la conclusión que esta paciente está requiriendo un orgasmo épico o su coño se volverá inútil.
Solo cuando insertó un instrumento de medición en el punto exacto del problema se notó un momento de calma, pero al retirarlo requirieron reavivar con impulsos eléctricos que logran traerla de nuevo. Conmovida la enfermera parece rogarle al médico que lo haga, sabe que no hay otra salida que una buena y perfecta follada para regresarla totalmente al estado natural.
Tras ponerle la bata a la recuperada se retira para que el especialista ponga polla en el asunto, ya mas tranquilizada estira la mano al bulto pidiendo que empiece el tratamiento. Sin dudarlo, como un profesional por supuesto, sacó el pene justo a la altura de la boca de Brandy que se tira de cabeza para luego ser liberada totalmente pudiendo acceder al placer completo que devuelve las palpitaciones a la entrepierna. Aunque él quiere ver si el problema se ha extendido y no deja pasar la oportunidad de tratar por el culo también.