Vaya suerte tiene Van Wilde, le arregla una cosita a la amiga de la madre y ella le agradece con un polvo en la cocina. Su mamá lo envía a la casa de Linzee a recoger unas cosas y es allí cuando la rubia le pide si puede arreglar el triturador. Ya ha arreglado varias veces el de su casa así que es pan comido, en poco soluciona el problema dejándola tan contenta que le quiere pagar, pero claro que noa cepta, pues entonces un abrazo fuerte donde puede sentir esos duros pechos aplastados contra él.
Pero esta candente madura no siente que ha sido suficiente el agradecimiento comenzando a acercarse para reposar una mano sobre el hombro y la otra en el bulto. Y si, que va, en segundos se baja el pantalón donde ellase sumerge en oral profundo dando el primero de virios gracias.