Su marido la engaña, recurre al investigador privado para que junte pruebas, pero todo da un giro que la deja desnuda. La sexy Paisley se encuentra con el caballero quien no puede evitar observar su forma de vestir, falda escocesa amarilla y un escotado abrigo. Sentada le explicará el gran problema describiendo como son las chicas que se folla su esposo.
Pero él necesita adentrarse en la mente del sospechoso y para esto le pide saber mas sobre sus gustos, y que mejor que probar la mismísima esposa. Confiada en lo que dice y bajo la promesa de no contar nada lo deja besarla, en segundo la tiene con pechos al aire saboreando con todo placer, y no mal entiendan al detective, es un profesional.
Apoyando manos en el escritorio le permite tironear hacia abajo falda y luego tanga para adentrarse con oral entre pelada entrepierna que inicia una seguidilla de gemidos que no pueden llevar mas que a un polvazo...