Él siempre le dice lo bueno que es comiendo coños, es su mejor amiga, pero esas confesiones levantaron el deseo de seducirlo. La curiosidad es mucha y está decidida a comprobarlo, para seducirlo se pone sexy y corto vestido sin sujetador que permitirá algún fingido descuido de pechos y tanga.
Las miradas comenzaron, el camino a la cama comienza a acortarse cuando los juegos los van acercando. Ella se monta a caballito de él permitiendo que le suba la corta falda dejando el trasero apenas cubierto por un débil hilo. Un beso dice que la amistad se convierte en amor, en la cama se tiró entre sus piernas donde demostrará que no mentía arrancando a fuerza de lengua los mas profundos gemidos...