Pete trabaja fuera de horas y eso conmueve a la opulenta madura que decide hacer un descanso para follarlo en la oficina. Cuantos que se quedan tarde a laburar se encuentran con semejante situación, esa compañera a que siempre quisiste empomar de pronto parece que quiere subirse la falda.
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Acercarse provoca el beso, el beso las ganas de darle oral baboso, el oral a querer empernarla. En segundos esa elegante mujer está con tanga a los tobillos, apoyada en el escritorio mirando por sobre el hombro al muchacho que ha comenzado a divertirse rebotando en su frondoso coño.
A medida que la calentura sube se van despojando de mas y mas ropa, en el piso a lo vaquera de frente usa las nalgas para masajear las pelotas. Y seguirán un rato mas en esta merecida pausa laboral.
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