Hay tres cosas que disfruto muchísimo en la vida, un buen baño, los hombres y tomar sol. Sé cuanto les gusta a ellos ver la marca del bikini y mi cuerpo las tiene bien marcadas, con un detalle, dejo unos pelitos afuera de la tanga porque son mas seductores. En fin, allí estoy, tranquila sin nadie en casa puedo meterme en la bañera a disfrutar, pero al elvantar la mirada pillo a Rion espiando.
De un grito lo llamo para que venga a enfretar las consecuencias, al salir lo tengo sentadito en la cama asustado a mas no poder, hum me da un poco de ternura, pero me voy a mostrar firme y decidida. Lo reto y sus expresiones me ganan, no lo ven, parece tan ducle que desato la toalla para dejarla caer.
Tiene miedo, pobrecito, mo si fuera a matarlo, tengo que quitarle la camisa, luego le pido que se quite el pantalón, y si, se entusiasmo el fisgoncito, miren la piel, ya la tiene jalada hacia atrás. Sujetándolo de la cabeza lo amortiguo en mis duras tetas, luego le atornillo la nariz en mi trasero, ya desapareció el susto.