Por intentar robar un jarrón debe comerse la polla del dueño.
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Del susto casi se le cae el preciado artículo, él rápido se lo quita de la mano, y como viene de darse una ducha trae una toalla que deja caer a la espera de las disculpas.
Deberá arrodillarse, lo mira teniendo el palo duro al lado de su rostro, no tiene mas opción que comenzar a chupar. La llevará al sillón donde de un tirón le sube falda, ella lo mira, como con sorpresa, pero es lo que debe hacer.
La tiene dentro, a pesar de todo comienza a disfrutar, tanto como para desnudarse y pedir darse vuelta. Allí verás coño del que escapa un gajo de sus labios vaginales. Ahora ya es placer, llegará al orgasmo que la hace detenerse para juntar aire.
Ha alcanzado otro orgasmo, ha quedado tan feliz que sonriendo mira cuando le anuncia que viene el semen y es ella quien lo pajea para que explote sobre su pancita.
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