El compañero dormido tiene la salchicha dura sobresaliendo levantando el deseo impúdico.
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Se han juntado a estudiar, ella continua leyendo mientras él toma una siesta sin advertir que tiene una erección escapando por encima del pantalón, sin embargo ella sólo ve naciendo la curiosidad.
Al ponerse de pie se puede saber que no usa sujetador, tiene medias blancas encima de las rodillas y gafas, silenciosa se acerca al joven para ver de cerca y tocar, pero cuidado, está despertando.
Rápida volvió a su lugar, él se pone de pie y se acerca, allí se da cuenta que tiene todo afuera.
Notó que Hanna tragó saliva, señal clara, quiere ver como sigue. Pajea suave, toca, es tímida, todavía, abre piernas y transparente tanga blanca trasluce coño rosado a la espera.
Recorre con lengua pechos blancos, luego baja a vagina, suspiros piden en silencio retenido que la penetre. Pero antes chupará para que entre saliva mientras sentada en la mesa espera de piernas abiertas.
Así, llegará en todo sus curiosidades, permitiendo que al final suelte el chorro sobre rostro, cabello y gafas limpiando suavemente con su boca.
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