Dos hombres en casa, uno el cornudo, el otro Steve Holmes con muchas ganas de cogerla.
... [+]
Comenzará la odisea donde tiene que lidiar con el marido eligiendo ropa y su amante que la quiere empomar a toda costa.
Todo iba bien, él metiendo lengua el regordeta concha peluda cuando llega el primer susto, escondido tras las cortinas donde solo se puede ver la verga sobresaliendo, por suerte ella alcanza a taparlo.
Sin poder esperar emboca verga y desde atrás le da, pero pausa, allí viene de nuevo.
En cuanto lograr cerrar la puerta siente al ya descontrolado que de parada entierra haciendo que esas sandías no paren de sacudirse.
Ya mas relajados la pajota entre pechos no podía faltar, son descomunales que, acompañados por la cara de zorra mas ganas dan de sacudirla.
[-]