Contratada para cuidar la casa se gana un dinero extra al hacer rebotar el culko sobre la pija del jefe. La jovencita morocha de pelo corto ha quedado a solas, lejos de hacer sus tareas se recostó en la habitación del patrón. Al llegar ve que está todo igual y se la encuentra descansando, mientras le recrimina ella se levanta la camisa y muestra las delicadas tetitas, que enseguida calman el enojo de este jefe que al final le dará un premio.