... Tiene la excusa perfecta para ir a casa de su compañero de trabajo: entregar unas carpetas. Pero lo que realmente busca es otra cosa. Con un escote determinante, miradas que queman y un perfume envolvente, sabe exactamente cómo jugar sus cartas. Si él la invita a sentarse en el sillón, es posible que la misión de seducción haya sido un éxito. Y esa invitación podría ser justo lo que ella necesita para conseguir lo que quiere.
La seducción no siempre es un juego obvio, a veces se basa en detalles sutiles que generan atracción. El perfume, por ejemplo, puede influir profundamente en la percepción de una persona. De hecho, se dice que el 85% de lo que sentimos hacia los demás está determinado por el sentido del olfato, ¡una herramienta poderosa de seducción!
Esta mujer fue por su presa, pero otras no corren la misma suerte, o si, mirá a esta esposa con un médico zarpado.