El matrimonio busca un embarazo, pero este médico zarpado tiene sus propios planes y no tarda repetir sus locuras. Vaya cara pone el marido de Reagan cuando ve que el doctor es Johnny Sins, y no es para menos, su anterior pareja fue empomada por ese mismo tipo, sin embargo, la deja ir adentro dejándola a solas con el degenerado.
De alguna manera le hizo creer que ha cambiado, pues, según él ya es un hombre casado. Pero ya lo sabemos, la gente no cambia y menos este zorro que lo trae en su naturaleza. En poco tiempo la tiene toda desnuda sentada en la camilla frotando el pelado chocho, que por lo visto, le ha gustado a la paciente.
Se pone de espalda a la paciente llevando el dedo a la nariz dando como resultado un estado irreversible de excitación que lleva a una jugosa degustación de esa entrepierna consiguiendo respuesta placentera y aprobación. En fin, ella también se entusiasma, y no sabemos si es por las ganas de embarazarse que tiene y la calentura, solo resta saber si dará resultado este tratamiento.