Con el grueso trasero amaneciendo pedirá ayuda, esperemos que el conserje Steve Q. no haga otra de las suyas. La Paisita se quedó atorada con falda bajo la cama cuando trataba de alcanzar sus auriculares. Cuando el encargado escucha los pedidos de auxilio fue de inmediato a la habitación. Allí está, en pompa, podría hacer lo correcto, pero eso no está en el manual de la empresa. Metió nariz, corrió tanga y jugó con lengua entre nalgas. A la huésped le encantó, sus gestos dicen en claro que no se detenga y por supuesto que le dará como para considerar una propina jugosa.