Tiró el bikini a la arena la ecuatoriana que nunca en su vida dijo no a una de esas folladas rápidas. Así es Amy Amor, le gusta la chota y no importa donde, si hay una erección no se debe desperdiciar. Entre las rocas, donde quedan doliendo los pies y las rodillas quedan coloradas. Al principio de parada, siente como se las hace aplaudir mientras el mar golpea la costa. Ya después lo hizo recostar para probar un poco a lo vaquera, de reversa y de frente. Así, la regordeta no lo dejará ir sin hacerlo volcar en su cara.