Un enfermo terminal tiene su último golpe de suerte, esta doctora empática está dispuesta a satisfacer sucios deseos. No existen dudas que en la medicina tiene que sobrar empatía, pero lo que Lezley Zen (38) hace merece un premio. Escuchó el deseo del paciente de tener un fuerte encuentro con Alexis Texas antes de irse para siempre. En un acto de total altruismo, bueno, tal vez no tanto, interrumpió la soledad de Michael. Dejó caer el uniforme al piso para enfocarse en regalarle la mejor mamada de su vida. Así, de la nada, con total vocación le dará una despedida digna de ser imitada!.