Con diminutos bikinis el juego de las vecinas del hotel comienza a llamar la atención de estos huéspedes. Los hilos dentales entre nalgas se pierden mientras ella en el agua muestran ser bisexuales. Alberto y Matthew se emocionan cuando las ven en el balcón mostrando lo bien que están con sus trajes de baño. Será junto a la piscina que los muchachos juntas las encuentran y en segundos, sin preguntar nombres, en pelotas quedan. Sin importar quien los vea, las dos comenzaron a practicar oral al aire libre. Penes duelen de la excitación, curvas pronunciadas ya se meten dentro de apretados cuerpos. Pero hay un detalle, las vecinas del hotel muestran culitos dilatados y el cuarteto anal empezará al mismo tiempo. Claro que intercambiarán monta para hacer de este encuentro, lo mejor de sus vacaciones.