Ver a esa belleza dentro de sus diseños la convierte en su musa inspiradora y en el impúdico deseo de sexo. Kylie no podrá contener el mutuo sentimiento para con Quinton, es una atracción irresistible. El ajustado vestido dorado sobre curvas perfectas trasluciendo pechos de doncella virginal delatarán al modisto. Un solo beso en la iniciativa de la jovencta la deja de rodillas y desnuda sacudiendo la cabeza. El pene crece y crece dentro de la boca mimosa de esta musa inspiradora que resulta ser una aspiradora increíble. Será a lo vaquera, de frente que siente como un chorro del interior de su vagina anuncia el primer orgasmo...