Como va a dejarla con las ganas, esa mujer necesita una cojida, no puede quedar desatendida sabiendo como le gusta el sexo. Con 48 años las ganas de ponerla están intactas, buscará un polvo a como de lugar. Sin embargo el marido la esquiva dejando a Reagan Foxx demasiado caliente.
Podría enojarse, pero no tardó en ver la solución a su problema, un operario estatal en su patio. La invitación a bajar la temperatura de su cuerpo ardiente es aceptada y en nada tiene un pene en su boca. Pobre, se puede ver que realmente tenía ganas, miren como mama y saborea las pelotas.
Así esta señora empieza a recuperar el tiempo perdido, sentada de reversa sobre el gentil caballero. Los jugos comienzan a desinflar la ansiedad contenida aplastando nalgas contra esas bolas calientes. Sigan mirando, sin juzgar que es una infiel, pues en cierta forma, buscó hacerlo con su pareja.