Había una explicación porque siempre le pide ayuda la madre del amigo, esa voluptuosa mujer quiere montarlo. Sara Jay se está mudando, eso le da motivo para llamar a Johnny Castle. Claro que este muchacho comienza a sospechar pues siempre lo hace cuando su colega no está. Aunque no hará nada hasta que ella de el primer paso.
Se ha puesto ajustado pantalón blanco, descarado escote con el que se le acerca a la cara. Ya no tiene dudas y menos quedan cuando la madura saca a tomar aire de las gemelas. Sería tonto negar que la mudanza se pone divertida. En poco le despejó el torso y bajó el jeans para comerle el culo.
Así como un pingüino la dejó y se estacionó en el coño desde atrás. Joder, que le hace mover esos pechos enormes intentando agarrarlos perdiendo el equilibrio. Pero logra acomodarse y seguir gozando, para desnudarla totalmente y mirar esa concha papona. Una locura le sigue y encima le pide que acabe en la boca.