Rachel está sacada, en el ni el supermercado la frena de querer ser la súper zorra que es, por suerte está Jmac para que no se zarpe, o no. Una mujer que ha dejado los escrúpulos y pudores en casa comienza en la caja a calentar el ambiente. Cuando el cajero se da vuelta aprovecha para sacar las tetas afuera, en la segunda se sube la falda para que le mire la falta de tanga. Detrás de una góndola se perfora sola la garganta haciendo poner como roca al pelado que de parado se la empoma. Así fueron recorriendo todos los sectores, hasta tuvo tiempo de refrescarse los pezones contra el vidrio del frigorífico.