Como cada mañana la señora Sally D'Angelo salió a correr sin ocultar demasiado sus enormes y llamativas tetas mejoradas que no pasan desapercibidas para Jordi que se entusiasmó con esa tambaleante delantera. Por detrás se fue buscando inspiración y escusa para una escapada al baño mirando fijamente el trasero de esa mujer que podría ser su abuela, pero eso anda le importa pues está en la edad que el sexo es el 98% de sus pensamientos. Para esto se fue acercando cada vez mas, tanto que cuando ella frenó la marcha y giró su cuerpo tuvo un encontronazo que deja el helado estampado en su escote.
El instinto protector la llevó a limpiar el rostro del muchacho que lo único que atina a decir es debo ir al colegio, hum, de alguna manera eso despertó conocimientos adquiridos con la edad que de inmediato trajeron el recuerdo de lo dura que se les pone a los chicos de esa edad. Un paso atrás para ver que había un bulto marcado del cual lo sujeta para llevarlo a su casa para darle un buen baño. Sin nada que decir deja que esa señora haga lo que quiera pues está hipnotizado por esas tetas mejoradas.
La emoción aumenta cuando tira hacia abajo el pantalón y ve aparecer el palo enloquecido de Jordi que disfrutará de un lindo baño en que le dejarán la verga reluciente y lista para mamada experta. Ha quedado muy entusiasmado, tanto que la puso de espalda para dar un empujón escondiendo toda en el coño mientras los gemidos aparecen en clara demostración que lo está haciendo muy bien. Poco a poco la ropa de Sally fue desapareciendo para poder montar mas cómoda en pos de transmitir los conocimientos de años de zorra a esta estudiante suertudo que seguramente volverá asiduamente a visitarla.