Confiado que el entrenador lo hará titular se encuentra con la hija, una cachonda morena que lo enreda entre las piernas. Tori Montana está emocionada porque tiene la posibilidad de estar a solas con Eddie, una promesa del equipo de fútbol que la hace empapar de solo pensar en él. Para esto con el teléfono del padre adelanta una reunión en su casa.
Creído de todo asiste sin imaginar que la hija del entrenador se ha preparado especialmente para recibirlo con vestido elastizado y tetas sueltas para que cada movimiento le haga temblar la mirada. De inmediato se muestra atenta y toquetona, tanto que a él le extraña un poco, pero ha conocido chicas así por lo que se sienta a esperarlo.
Cuando quiere darse cuenta esta morena lo tiene sujeto de la verga mamando con todas las ganas hasta quedar chorreando saliva ansiosa de ir a segundo tiempo. Convencido mirará como esas enormes nalgas tiemblan como flanes en cada golpe, los gemidos entusiasman demasiado, y para colmo se monta a rebotar para no dejar escapar al muchacho y que se corra en su morena vagina.