Si hay dinero ella hace lo que le pidan, mostrar el cuerpo bronceado y dejar jugar con su cola es cuestión de oferta. Eva es de las chicas complacientes, nunca pregunta porque, sino cuanto, el pibe es justamente de los hombres que no mezquinan el dinero y ella lo sabe. En cuanto llegan los besos empiezan, en la escalera lo deja subir la falda.
Allí mano traviesa comienza a recorrer los lugares mas preciados, segundos después queda expuesta la marca del bikini en pechos suaves y el resto del cuerpo. Ella ha comprendido que se trata de un completo dejando que los dedos se involucren en la previa que dejará casi todo listo.
Luego de varios minutos llega el momento del oral donde todo se siente grueso en la boca, sin embargo no dará marcha atrás. Antes de comenzar el anal la hace recostar usando saliva como lubricante haciendo tan placentero el momento para ambos que no querrán cambiar hasta el final.