A estas dentista increíble le encanta presionar sus pechos contra la cara de los pacientes, ¿Que hará Danny D.?. A pesar de tener esto a favor nuestro protagonista tiene terror de entrar al consultorio llevando a esta pechugona a ofrecer premios si se mantiene tranquilo. Va surtiendo efecto cuando comienza a desprender cada vez mas el uniforme que por cierto es tan corto que cada vez que se estira las nalgas asoman.
A pesar de los inconvenientes lo ha conseguido así que lo invita a comer lo prometido. Se cabeza se tira el rubio saboreando cada rincón, es allí cuando ella estira la mano desprendiendo el pantalón saliendo una cosa tan grande que ahora la engolosinada es ella.
Haciendo el trono de la reina no suelta esa dotada herramienta procurando que se mantenga bien rígida pues no lo dejará ir sin sentirla en su interior.