El amigo del novio hace enojar a esta tetona que se torna excitante con short enterrados y pechos sueltos. Brad está pasando unos días como invitado, sin embargo nada de respeto demuestra por la anfitriona. Aquí surge el primer enojo cuando Cassidy va a comer la última porción de pizza y descubre que el malagradecido no ha dejado nada.
Furiosa al borde del colapso se retira para darse un baño con una andar tan apresurado que los pechos por debajo de la corta camiseta escapan. Y llega el segundo problema, cuando lo pilla con una de sus tangas en la nariz jalándose en su honor.
Verlo tan entusiasmado pensando en ella la hizo olvidar el mal trago pasado, se siente halagada y no tarda en demostrar que ella es una chica dispuesta a perdonar.