Llamalo casualidad o como quieras, cuestión que se está machacando el chocho y cuando aparece el hijastro le pide ayuda.
Cada día, antes que todos aparezcan, le gusta sentarse en el sillón de la sala principal para jugar en su rosado chocho, y hoy, no es la excepción. Aparece con la tanga casi sacada, mirando a cámara se la termina de quitar, queda ahora todo a la vista, pechos grandes y firmes, coño pelado como si lo hubiera hecho yo.
Repasa a pierna abierta en movimientos redondos el clítoris, no mide el volumen de sus gemidos, eso levanta la curiosidad del hijastro que ha llegado antes. Al ver lo que hace se sorprende, pero mas cuando le dice que se desnude.
Dando la espalda quiere sorprenderla que ha aprendido a colocarse el preservativo solito, y con el pene endurecido le muestra, sin embargo, montar a pelo es lo que le gusta a ella.
Sin mas se lo quita de un tirón para dirigir la boca justo a la punta del pene, mamada lo lubrica, los pechos se encargan de endurecerlo mas. Apoyando la cabeza en los almohadones blancos deja el chocho carnoso listo para que el joven comience a sacudir carne.
Viene todo lindo, aunque a ella le gusta ser quien mande, por esto lo hace sentar y sube de frente a cámara dando la espalda al muchacho que lo único que debe hacer, es disfrutar la experiencia de esta rubia cachonda.