Como engañan las apariencias, esa imagen de mujer respetable se va a cualquier lado cuando le baja el pantalón al estudiante en el aula. Es que Lezley parece ser una maestra echa y derecha, aunque algo se podía intuir si vemos la falda corta y la forma en que sus pechos se florean en la escuela.
Al parecer se ha corrido la voz, en los momentos en que sola está le gusta entretenerse tocándose, y es donde el joven intentó poner cámaras ocultas para capturar el momento. Estando ellos dos es enfrentado descubriendo que no trae ningún elemento para estudiar.
Sin respuestas para intentar convencer a la señora que tiene delante, menos cuando le pregunta si quiere ver sus tetas, si eso lo que lo obsesiona. Ha quedado duro del susto, mas al ver que comienza a desprenderle la camisa y sin mas descubre duras y redondas tetas bronceadas.
será ella quien toma todo en sus manos propinando tan buena chupada que el pibe ahora quiere todo lo que pueda conseguir. Con cara de degenerada está sobre el escritorio, ese mismo lugar donde corrige las pruebas a todos, de piernas abiertas gritando ya sin ocultar nada, ni siquiera que tiene un piercing en la panocha.
Desesperada por alcanzar el orgasmo cambia de posición, dejando que desde atrás la empuje esgrimiendo cuanta guarrada se le viene a la boca. Al sentir que necesita recuperar drenaje de sangre pausa con mamada y paja de tetas.
Y vaya que logró el objetivo, de nuevo encima siente como las pelotas golpean el clítoris al rebotar con todas sus fuerzas. Seguirán con cucharita hasta encontrar el modo donde los chorros de semen van a recorrer desde la raja del culo hasta la espalda.