Me gusta trabajar los sábados porque estoy solo, con todos en sus casa nadie puede molestarme. Parecía que la mañana sería tranquila pero al llegar todo cambia pues hay una persona, es mi secretaria AJ. Hablamos, intenté convencerla para que se retire a disfrutar su feriado, pero quiere terminar algo. Ok, se irá en unos minutos pienso y antes de retirarme a mi oficina le pido unas cosas. Allí el momento incómodo, al abrir el cajón aparece un plug, todavía no puedo olvidar su cara de vergüenza de esta mujer que parecía tan seria. Menos mal que soy un tipo comprensivo atento a las necesidades del personal dando respuesta inmediata, me convierto en su proveedor de vergazos expertos que llevarán al goce total por delante y por atrás, y por si fuera poco le sirvo la lechita.