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Intenta explicarle, sin embargo nota como poco interés, y quedará confirmado cuando llega al pene dando un gran susto. Dejemos todo y vayamos a mi habitación dice la jovencita que tenía planeado excitarlo pues se puso el ajustado vestido floreado que le hace un cuerpo increíble.
Y claro que fue a donde le pidió, o vos te negarías a semejante propuesta. Allí de besos y caricias se vio de rodillas terminando de quitarle la ropa en un cara a cara con conchita bien pelada y tetas luciendo pezones duros.
Se tiró en la cama, con los pantalones abajo suspira al ver como traviesa lengua castiga suavemente la cabeza del pene en la que siente como comienza a llegar descontrolado el torrente sanguíneo. Endurecido con deseos incontenibles de penetrarla la hará poner en cuatro.
Ella recuesta la cabeza manteniendo arriba el trasero, así el largo pene se acomoda para poner entrar en apretado agujero bien lubricado por una nena en la flor de la edad. Sacude firme, abre nalgas mirando el ano pero conteniendo el impúdico deseo de penetrarlo.
Luego la sube a cabalgar, de reversa la toma por la cintura para ayudarla a subir y bajar, luego de frente es como si ella tomara el control, se abraza fuerte aumentando la velocidad y al sentir como le entierra dedos en el culo anuncia que se está por venir encima.
Como moraleja de esto que vemos, el día que seas padre, vigila lo que hace la nena con su maestro.
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