Luego que su madre enojada la envíe a ordenar sus quilombos es que llega Megan con tanga entre nalgas hermosas dispuesta a hacer lo que le pidieron, pero surge un problema al descubrir escondido al pijudo. Por la raja del calzón queda asomando duro, del susto se para sin llegar a guardar las pruebas del delito que estaba cometiendo, aunque era una simple paja, no alcanza para enojar a la protagonista, es mas, todo dará un revés cuando le pide saborear. Joder, si si, dijo, enloqueciendo al sentir como esos húmedos labios comenzaban a recorrer el ardiente pedazo de carne. Recostado mira como se quita la ropa interior para abrir labios vaginales y reposar en su lengua, joder, es exquisita, no quiere que se vaya, buscará chuparla hasta empaparla. Ella dice basta de oral y sujetando el pene se va acomodando hasta sentir la punta entrar.