Vaya casualidad, ella cachonda y él que quiere ganar mas dinero, ¿llegarán a una arreglo?
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La negociación comienza, bajo la falda asoma portaligas, aun no le muestra la falta de ropa interior y que tiene el chocho con frío.
Se acomoda el escote, tiene parte de la atención, mientras sigue escuchando los motivos por lo que debe dar mas dinero dejará caer un lápiz para que el pueda ver, ahora si, la entrepierna.
Mensaje entregado, por detrás la sujeta fuerte, dedos la empapan mientras le habla al odio diciendo guarradas.
Le Arranca la ropa, ella sonríe, chupará hasta enfurecerlo y en el escritorio gime sin parar con firmes y certeros vergazos al coño.
Media vuelta, sigue de parada, pechos van, vienen, se desparraman por el ajetreado polvo, y es allí cuando observa que el ano está flojo, sin mas apunta y se mete solito, es una seda que dejará entrar completo.
La felicidad de la máxima autoridad de la empresa le está garantizando lo que vino a pedir, pero deberá seguir atacando por detrás hasta que el placer la haga explotar.
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