El alumno entró a la oficina de Nikita Von James con la mirada nerviosa, arrastrando las palabras que no quería decir. Ya no quería seguir en su clase. Ella, con una sonrisa sutil, lo escuchó en silencio, pero pronto comprendió la verdadera razón: no podía concentrarse. Ella era... demasiado.
Demasiado linda. Demasiado voluptuosa. Todo lo que él deseaba pero no sabía cómo manejar. Nikita, rubia, con las uñas pintadas de rosa y una mirada decidida, se acercó lentamente.
No quiero que te vayas, dijo con suavidad, pero con una seguridad aplastante. El alumno sintió cómo su voluntad se desvanecía. No importaba cuánto lo intentara, ya no tenía opción. Y Nikita… sabía exactamente cómo escribir esta nueva historia.
Y si hablamos de voluptuosas maestras sería injusto dejar afuera de esto a Brooke Beretta.