Luego de la entrevista acepta la invitación de Julio para hacer un simbólico brindis. Ella sabe a que puede conducir, pero es toda una profesional y siempre está preparada para todo. Frente a un espejo ultima detalles, pinta labios, peinado, aromas y acomodar el portaligas. Ya lista va al encuentro que en nada se convierte en beso y poco después que servida. Enorme perno se presenta frente al rostro, no tiene miedo ni dudas, solo lo abriga en boca. Así es Valentina Nappi, una chica de 26 años que va de frente y si le gusta de atrás también.