Intenta enseñarle, pero la atracción gana, invita al alumno a meterse en su cuerpo.. Codey intenta entender las clases, pero ella está desconcentrada y encima el escote deja ver transparente sujetador. Por suerte confiesa y se entrega al joven que encantado hace uso de esa oferta. Ella abrió la camisa y saco a relucir pechos de blanco terciopelo al que fue imposible evitar tocar. Suaves, naturales, con sabores mezclados en perfume, la falda amarilla se enroscó en la cintura. Sentada encima se frotan hasta casi acabar, pero deben continuar y por supuesto no es estudiando.