Una buena compañera de trabajo ayudará al director de la escuela en su necesidad de poder penetrar un culito. Fueron novios mucho antes, ella era la reina del anal, pero él se casó con otra. Trabajan en la misma escuela, ella es maestra, él director, pero como viejas parejas, se cuenta confidencias. En esa resulta que Marcus está quejándose de lo remilgada que es su mujer pues se niega rotundamente al anal. Fue solo una mirada de Kenzie que lo animó a probar si quiere recordar viejos tiempos. Beso al cuello abrió por reflejo las piernas, dedos sacudiéndose la llevaron a pedir lengua. Mientras repasa los ricos papos mira como ella se esculca el ano para esperarlo bien dilatada. Que decir, a veces uno se casa con la mujer equivocada!.