Desopilante momento cuando el guardia de seguridad sujeta las tetas delante del frustrado novio de Lilith Lavey que solo podrá mirar como se la folla en la oficina. La irresponsable empleada ha invitado a su chico para divertirse en el trabajo, pero no están solos. El eficaz Sean Lawless los descubre en las rondas de rutina y seguirá el protocolo de seguridad. Debe palpar a la sospechosa, aunque una mano profunda al coño no estaba estipulado. Es mi novia dice el atónito invitado que no se anima a interferir, menos al ver como disfruta que Sean le frote las libres tetas. Ahora queda todo claro, ella no quería tener sexo con su chico, quería un polvo excitante y ya lo tiene.