Pesadillas, si, sueña tanto que va a dormir a la cama de la madre, acostarse al lado del hombre será algo irresponsable. El matrimonio se prepara para dormir, ella como debe ser, lencería impecable de color blanco con bragas tan hermosas como pequeñas que se deslizarán entre jugosos cachetes.
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Un grito rompe la calma nocturna, es la hija de la señora quien tiene recurrentes pesadillas que la hacen despertar asustada. Como es de poca paciencia le pide a su pareja que la asista.
Una conversación fue suficiente para transmitirle tranquilidad, y aunque la madre había adelantado que no podía, el cansado hombre le dice que si vuelve a soñar puede ir a dormir con ellos, pero que no haga ruido para que mami no despierte.
Claro que volvió a suceder y sin dudar aceptó la invitación y se acostó al costado del padrastro que despierta al sentir como el culo gordo se afirmaba contra su pierna. Allí está, de una lado su mujer del otro la hijastra, que para mantener distancia se le aleja, sin embargo la jovencita no deja de empujarlo con su aplastante trasero.
Esos movimientos iniciaron una reacción de testosterona que hizo reflejo en la verga que mostrará a la intrusa quien se baja el pijama de inmediato. No hay que hacer ruido, solo se escuchan movimientos con los que apuntala en cucharita. Empezaron, pero algo falta, la chupadita y ya con tetis al aire se sube a cabalgar.
Va de frente para dar vuelta y luego en cuatro donde debe aminorar los bombazos pues esa nena empieza a gemir, en tanto de fondo está la cornuda en ropa interior dando un toque especial a la escena. Será con pajota final poniendo el rostro a su lado que le deja la piel decorada. Ahora si, pueden dormir, pero hay un problema, ambos desnudos y sin limpiarse.
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