Poco le importa a McKenzie Lee (42) de donde proviene el semental, si lo tiene cerca y le gusta, lo montará. Tiene a Codey a su lado quien siempre mira a las amistades de su madre como señoras respetables, nunca como amigas zarpadas. Aunque hoy cambiará el punto de vista de este chico cuando la caliente madura empiece a buscar tocar. Luego de conversar y notar la arremetida de esa mujer comenzó a notar que sus tetas mejoras parecen geniales. Un beso rompe distancias y en nada la tiene solo en tanga frotando chocho contra el bulto. Aunque será la mamada con succión de pelotas que no le dejará dudas sobre el destino de hoy.